su alimentación primera

Desde su gestación, el bebé ya se alimenta de la madre; por esto, es muy importante la alimentación correcta de su madre, para que desde el principio tenga una buena formación, y la leche materna le sea del todo nutritiva, pues no todas las leches maternas son igual de buenas, por ello es importante hacer un análisis previo para ver si tiene alguna carencia nutritiva y evitar que el bebé la padezca.

La alimentación del bebé, en principio, un modo muy correcto es el de siete amamantadas al día, esto es, comenzando por ejemplo:

Primero, la última del día a las nueve o diez de la noche, y la primera, a las cinco o seis de la mañana. Con esto él se acostumbrará a un orden, y los padres podrán descansar también; salirse de esto es un poco como crear un mal hábito.

Segundo, a los seis meses aproximadamente, se sustituye una de las veces por una suplementación seis más uno, que suele ser en forma de papilla o biberón, en la cual se le dan dos cereales sin gluten, el maíz y el arroz integral; esto es con motivo de ir formando su flora intestinal, pues el bebé cuando nace no tiene flora intestinal y se le ha de formar adecuadamente.

Aunque el niño quiera comer como los adultos, no es bueno para él, pues no tiene aún formada su flora intestinal ni tampoco su riñón para digerir correctamente todos los nutrientes, como por ejemplo, el trigo y todo lo que tiene gluten, las carnes y pescados, las oleaginosas, los azúcares comunes, la sacarosa y productos elaborados; pueden crearle problemas, por no tener todavía todos sus órganos bien formados para digerirlos correctamente. No es bueno nada de esto hasta que no haya cumplido un añito.

Tercero. el séptimo mes se sustituye otra amamantada por un suplemento de cereales sin gluten y serían cinco más dos; al octavo, serán cuatro de su alimentación base y tres de suplemento cuatro más tres; al noveno, tres de base y cuatro de suplemento tres más cuatro; al décimo mes, le añadimos un suplemento más sólido, la fruta, es bueno en principio mojarle los labios con un gajo de naranja, pues después le será más sencillo aceptarla, puede ir variándose, naranja, manzana, pera, en zumo natural o a cucharita; así, al décimo mes, dos de base, cuatro de suplemento de cereales y una de fruta; dos, más cuatro, más uno; al undécimo mes, una de base, cuatro de cereales sin gluten y dos de fruta; uno, más cuatro, más dos.

Al cumplir el añito; después, según vea la madre qué necesita comer y como acepta los alimentos por su apetito y gustos, intentando que coma estas variedades.

Todo esto es más bien orientativo, la madre irá viendo si es conveniente reducir el número de comidas poco a poco, a un total de cuatro o cinco veces al día.

Sí, es importante, considerar la formación de la flora y los riñones, para respetar este tiempo sin darle alimentos con proteínas ni los indicados anteriormente, no salirse de la leche materna como alimento base, incluso hasta después del año o de dos años si el niño la quiere y la madre la tiene, estas cosas no se pueden mirar de forma general, así expongo un planteamiento nada más que orientativo.

Cuando el niño ya tiene un añito, se puede comenzar a ir dándole poco a poco las mismas comidas que los adultos en cantidad suficiente, en las mismas proporciones, de alimentos sanos; de la forma más ade-cuada para él: triturada, chafadita y con cucharita o bien con biberón.

Las proporciones correctas son: El cincuenta por ciento de verduras, el treinta por ciento de cereales y el veinte por ciento de proteínas.

Esto lo explicaremos más detallado en el apartado de la Salud.